LARES, MANES Y PENATES

Los romanos adoraban a múltiples dioses, destacando por encima de todos a la llamada “triada capitolina”, formada por Júpiter, Minerva y Juno. Junto a ellos existen una serie de deidades familiares que ejercían de guardianes de los hogares, denominados lares (encargados de velar por la salud de la familia), manes (espíritus de los antepasados) y penates (los encargados de salvaguardar y preservar el almacén de cada casa). Podréis ver una reconstrucción del larario de Veranio, el altar donde ponía estatuillas representando a los dioses y donde les hacía diferentes ofrendas.

Si lo observáis bien, podréis ver que tiene unas inscripciones, seguro que os son de gran ayuda…

       

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